
EL RECINTO
Tal vez se pregunten porqué un Museo temático, dedicado a las Constituciones de nuestro país, está ubicado en un edificio del siglo XVI, que fue el templo de San Pedro y San Pablo del Colegio Máximo de los Jesuitas.
No hay que olvidar que en 1822 este mismo edificio fue sede del Primer Congreso Constituyente de México y sus muros fueron testigos de la promulgación de la Primera Constitución Republicana en 1824, y de la toma de posesión del presidente Guadalupe Victoria.
Este recinto, que ya tiene más de cuatro siglos, es un lugar emblemático no sólo por su condición de monumento histórico y por ser parte del patrimonio universitario de la UNAM, sino también porque ha sido testigo de la evolución y los cambios de nuestro país desde la época colonial hasta nuestros días.
A lo largo de cuatro siglos ha tenido los más diversos usos.

HISTORIA DEL EDIFICIO
1576 – 1603
Templo de San Pedro y San Pablo
El Museo de las Constituciones está ubicado en lo que fuera el Templo del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo de la Compañía de Jesús, que se empezó a construir en 1576 y fue concluido en 1603.

1767
Expulsión de los jesuitas y desmantelamiento del templo
Tras haber funcionado como templo jesuita durante 164 años, con la expulsión de la Compañía de Jesús de los territorios españoles en 1767, San Pedro y San Pablo pasó a manos de la Corona, que ordena su desmantelamiento.

1822
Instalación del Congreso Constituyente
Al independizarse México, el edificio del ex templo de San Pedro y San Pablo pasó a ser propiedad de la Nación, y se convirtió en la sede del Congreso. El 24 de febrero de 1822 se instaló en este recinto el Congreso Constituyente, donde meses después prestó juramento Agustín de Iturbide como Emperador de México (21 de mayo).

1824
Sesiones del Congreso Constituyente
El Congreso Constituyente sesionó en este edificio, donde redactó y promulgó la primera Constitución del México independiente, que estableció la República Federal (4 de octubre); unas semanas después tomaron posesión en este mismo lugar Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, como presidente y vicepresidente. En noviembre de este año el Congreso decretó que la Ciudad de México sería sede de los poderes de la Federación.

1829 – 1913
Abandono y usos múltiples
Después de que el Congreso se trasladó al Palacio Nacional, el recinto fue abandonado otra vez, y destinado a diversos usos que dan cuenta de la azarosa historia de México. De 1832 a 1850 se reabrió de nuevo al culto religioso. Posteriormente se transformó en colegio, cuartel, hospital, almacén, aduana, correccional, asilo y hasta en caballeriza.

1920
Restauración y decoración del edificio
Por iniciativa de José Vasconcelos, Secretario de Educación Pública, se restauró y decoró el recinto. Roberto Montenegro y Jorge Enciso pintaron los arcos torales y columnas, y también diseñaron los primeros vitrales hechos por mexicanos con materiales y temas populares.

1921
Primera obra mural moderna
Roberto Montenegro realizó en el presbiterio del antiguo templo el mural “El árbol de la ciencia”, conocido también como “El árbol de la vida”, considerado como la primera obra mural moderna, ayudado por Gabriel Fernández Ledesma y Julio Castellanos. Cabe destacar que a este mural después se le realizaron profundas modificaciones que alteraron la obra original.

1922 – 1923
Sala de Conferencias y oficina
Vasconcelos instaló en el ex templo una Sala de Conferencias o Discusiones Libres, y después se utilizó el recinto como oficina de la Campaña contra el Analfabetismo, que dirigió la profesora Eulalia Guzmán.

1929
Patrimonio universitario de la UNAM
El ex templo de San Pedro y San Pablo se integra al patrimonio universitario de la UNAM. Se utiliza como anexo para los talleres de la Antigua Academia de San Carlos, y también se aprovecha para actividades teatrales, como área de exposiciones y para clases de canto coral.

1944 – 1979
Hemeroteca Nacional
Tras la remodelación del edificio, la Hemeroteca Nacional, que dirigía José Vasconcelos, se traslada al antiguo templo de San Pedro y San Pablo. La inaugura el presidente Manuel Ávila Camacho el 28 de marzo de 1944.

1996-2010
Museo de la Luz
Como parte del proyecto de rescate y renovación del edificio, tras casi veinte años de abandono después del traslado de los acervos hemerográficos, la Universidad crea el Museo de la Luz, que opera durante varios años antes de cambiar a una nueva sede.

2011
Se crea el Museo de las Constituciones
El 10 de agosto se inaugura el Museo de las Constituciones, un nuevo recinto museográfico universitario, creado por iniciativa de destacados académicos como Emilio O. Rabasa y Jorge Carpizo, con el propósito de promover y difundir el conocimiento de las Constituciones.

2016
Renovación rumbo al Centenario
Para conmemorar el Centenario de la Constitución, en agosto de 2016 la UNAM inicia los trabajos de remodelación del Museo de las Constituciones, con el propósito de realizar una renovación museológica integral. El nuevo proyecto incluyó la restauración del edificio, la remodelación de sus espacios, así como el diseño y construcción del nuevo mobiliario museográfico.

2017
Reapertura del Museo de las Constituciones
El Museo reabrirá sus puertas al público, totalmente renovado, el próximo 1° de mayo, día que entró en vigor nuestra Carta Magna, que también es la fecha que tomó posesión Venustiano Carranza como Presidente, y que además coincide con el Día del Trabajo, que recuerda los derechos de los trabajadores, uno de los pilares de la lucha revolucionaria que fueron legitimados en la Constitución. En el marco del Año del Centenario de la Constitución del 17.

PATRIMONIO ARTÍSTICO
El ex templo jesuita de San Pedro y San Pablo, un edificio del siglo XVI catalogado como monumento histórico, forma parte del acervo patrimonial de la Universidad Nacional Autónoma de México desde 1929, aunque desde años antes la Universidad había establecido un vínculo con el recinto, por la Escuela Nacional Preparatoria.
Este edificio fue la principal sede de la actividad evangelizadora de la orden de los jesuitas en la capital de la Nueva España.
Como patrimonio arquitectónico, destaca por haber sido la primera construcción con cúpulas de mampostería y cimientos de tezontle en la Nueva España.
Como patrimonio artístico, el inmueble está decorado con los primeros ejemplos de pintura mural mexicana moderna, realizados en la década de 1920 por iniciativa del entonces secretario de Educación Pública, José Vasconcelos.

ARQUITECTURA
El ex templo de San Pedro y San Pablo destacó por ser el primero en Nueva España construido con cúpulas de mampostería. Su planta está distribuida en forma de cruz latina, con una nave y capillas laterales delimitadas por pilastras. Fue inspirada por la iglesia de Gesú en Roma, que fue el primer templo jesuita.
La fachada de estilo neoclásico muestra todavía indicios de los elementos con que contaba el frontispicio en sus orígenes: remates de pilastras, óculos ovales cegados y nichos donde aparecían esculpidas las imágenes de los santos patronos.
LA ORNAMENTACIÓN
Por iniciativa de José Vasconcelos, en 1922 se realizaron trabajos de reconstrucción y remozamiento del edificio, que incluyeron también la decoración.
Vasconcelos eligió a un grupo de artistas mexicanos, encabezados por Roberto Montenegro, para decorar el recinto, inspirados en el arte popular mexicano. Participaron Xavier Guerrero, Jorge Enciso, Enrique Villaseñor, Gabriel González Ledesma y Hermilo Jiménez, quienes querían representar la esencia de lo mexicano y crear un arte propiamente nacional.
El entonces secretario de Educación Pública encargó dos obras murales, una a Xavier Guerrero y la otra a Roberto Montenegro. Como parte del proyecto también se instalaron unos vitrales, diseñados por el mismo Montenegro y Jorge Enciso.
Los arcos, pilastras, domos y jambas fueron diseñados por los tres artistas mencionados. Este trabajo es una reelaboración de motivos tradicionales del arte popular mexicano, en particular el de las lacas michoacanas y la cerámica poblana. En él destacan las granadas, camelias, loros, venados y jarrones tipo talavera.
En el edificio también se colocaron alambrines con mosaicos vidriados, que cubren parcialmente los muros del edificio, con motivos del arte popular, como animales, plantas, jarrones, con los nombres de Justo Sierra y Benito Juárez. El diseño lo realizó Gabriel González Ledesma, junto con Montenegro y Enciso.
Xavier Guerrero, Roberto Montenegro y Jorge Enciso
Motivos ornamentales, 1922
Temple
Gabriel Fernández Ledesma,
Roberto Montenegro y Jorge Enciso
Guardapolvo de Mosaico vidriado, 1922
LOS MURALES
El Árbol de la ciencia o Árbol de la vida
Es una de las obras precursoras del muralismo mexicano del siglo XX. A diferencia de los murales de Palacio Nacional o del edificio de la Secretaría de Educación Pública, su carácter es decorativo, al que incorporó motivos iconográficos estilizados del arte popular mexicano.
En cuanto a su composición, la copa del árbol ocupa dos terceras partes donde están representados simétricamente algunos elementos de la fauna y flora mexicanas, como armadillos, jaguares, simios y mazorcas de maíz.
En el centro se lee una frase atribuida a Goethe: “Acción supera al destino. Vence”
En la parte inferior se aprecian dos grupos de mujeres que flanquean a un caballero portando una armadura, del que no se puede asegurar que se trata de musas o virtudes, pues no conforman un grupo alegórico homogéneo.
Es importante señalar que la imagen actual del mural difiere de la propuesta inicial de Montenegro, como el hombre desnudo que hacía alusión a San Sebastián y el atavío de las mujeres, que fueron modificados.
Los signos del zodiaco
En la cúpula de la capilla Xavier Guerrero realizó un mural al temple, que representa la bóveda celeste con los doce signos zodiacales en torno al sol, cuyos rayos ondulantes dividen el espacio en cuadrantes.
Este mural es un trabajo pionero del muralismo mexicano, realizado por Guerrero, un artista popular coahuilense formado en la decoración de interiores a partir de reproducciones de obras europeas.
Se desconocen los motivos que puedan explicar la integración de la representación del zodiaco, aunque no fue la única representación del tema que se realizó con el auspicio de Vasconcelos.

Roberto Montenegro (1887-1968)
Realización: 1921
Temple y encausto
15 x 12 m.

Xavier Guerrero (1896-1974)
Realización: 1921
Temple
LOS VITRALES
Roberto Montenegro diseñó los tres vitrales de estilo figurativo del edificio, aunque su manufactura la realizó el artesano vitralista Enrique Villaseñor, quien utilizó la técnica del emplomado con grisalla para imprimirles intensidad de color, texturas y fluidez en el movimiento.
El jarabe tapatío y La vendedora de pericos
Los bosquejos de ambas obras fueron presentados en la exposición individual “Dibujos de refinamiento” de Roberto Montenegro, inaugurada en 1921 por Vasconcelos en la Antigua Academia de San Carlos.
Montenegro combinó las tendencias naturalistas del modernismo con la representación de escenas populares. En los vitrales se aprecian formas humanas estilizadas y rostros orientalizados en medio de un ambiente claramente rural: un charro y una china poblana bailando un jarabe, y la escena de un mercado en la que el personaje principal es una vendedora de pericos.
Diseño: Roberto Montenegro
Ejecución: Enrique Villaseñor
Realización: 1921-1922
Emplomado con grisalla
3.47 x 6.84 m.
Escudo Universitario
El vitral del Escudo Universitario sintetiza el pensamiento y las aspiraciones de Vasconcelos sobre la unidad cultural latinoamericana. El águila y el nopal representan a la nación mexicana. La “epopeya de los pueblos hermanos del continente” es evocada con el cóndor andino, la cordillera y el mapa de Latinoamérica, todos unidos por el lema “Por mi raza hablará el espíritu”.
Diseño: Jorge Enciso (1879-1969)
Ejecución: Enrique Villaseñor
Realización: 1922 – 1923
Emplomado con grisalla
2.50 x 2.50 m.
LAS ESCULTURAS
Los atlantes
Cuatro atlantes de tres metros de altura muestran el legado escultórico de la época de reconstrucción del inmueble y las influencias modernistas de principios del siglo XX.
Las piezas representan en su parte superior los torsos de cuatro hombres indígenas que sostienen una batea decorada con motivos florales, en concordancia con la ornamentación de arcadas.
En contraste, las extremidades inferiores son resueltas geométricamente al modo de pilastras estípite.

Manuel Centurión (atribuido)
Realización: 1921
Tallado en cantera
3.05 x 1.10 m.
Dante Alighieri
El busto en mármol ubicado en el atrio del edificio, fue un obsequio del gobierno italiano a la Universidad Nacional de México en 1921 con motivo del sexto centenario del autor de la Divina Comedia.
Está colocado sobre un pedestal, también de mármol, con columnas dóricas y entablamento sencillo.
La exaltación de los rasgos del poeta, acentuados por expresión emocional del rostro, muestra cierto distanciamiento del academicismo de fines del siglo XIX.

Antonio Octavio Ponzanelli (1879-1952)
Realización:1901
Tallado en mármol
.72 x .60 x .35 m.